Friday, October 17, 2008

¿Quien va primero?


Yo iba primero. Así de fácil. A pesar de que el señor se burlo al salir de la tienda...yo estaba primero pero a el no le pareció importante respetar la fila y le pareció divertido que varios reclamaramos. "Que lejos estamos del desarrollo!" pensé y esto me hizo acordarme de Panamá. Sin animo de ofender a los Panameños o de los paisanos habitantes de esas tierra quiero contar como fue nuestra aventura en el país de la ley de Murphy.

La ley de Murphy dice que todo lo que puede salir mal sale mal y así fue. Panamá fue un recordatorio de como las leyes no físicas parecen tener vida propia y a pesar de estar en un país con un crecimiento del 8 % reconocí en Panamá los mismos problemas que tenemos en varios países en latino América: pobreza, corrupción, basura, falta de servicios público y aun peor a pesar de tener unos edificios espectaculares y unos lugares hermosos todo convive con el opuesto, con el hecho de que aun nos falta, que podemos tener lo más moderno pero la pobreza existe y en muchos casos poco se hace y se acepta como parte del paisaje.

Subirse a un bus en Panamá es subirse a la realidad. En medio del calor y de las 200 personas metidas en algo mas parecido a una chiva que un bus existe la posibilidad de terminar en otro sitio ya que no hay información para los turistas de como utilizarlos. La única explicaciòn que le dan a uno es que debe gritar: PARADA, claro eso si si uno sabe donde es la parada!! Los taxistas cobran a "ojimetro" es decir definen los precios sin un taxímetro posible...claro también deciden como en Colombia si quieren trabajar, si quieren ir a algún lado y si hoy es un buen momento para atender bien a las personas y se deben compartir. Las direcciones se basan en puntos de referencia; al lado de la casa de Mano de Piedra Duran! No existen terminales fuera de la ciudad de Panamá, no existe un horario fijo con los buses y al llegar a los llamados sitios eco turísticos uno descubre que la paradisiaca isla es linda solo en el lado del resort, que acampar no es opción ya que es casi obligatorio dormir en una cabaña y que la basura esta al lado de uno en las playas.

Intoxicada, caída en la isla por falta de luz, el hotel en ciudad de Panamá que no respeta las reservaciones, un consulado complicado, el taxista que nos cobro 10 dolares por ser turistas, la cucaracha durmiendo cómodamente en nuestra cama, las siete horas de trayecto para llegar a una playa inexistente, incluso nuestra carpa llena de agua. Difícil. Muy difícil ser turista en un país que no tiene mentalidad turística para aquellos que viajamos con presupuesto limitado y no disfrutamos mucho el hecho de meternos a un resort y no ver el país como es. Eso me lleva a pensar que tenemos países hermosos en Latino América y que podemos tener el turismo como forma de ingreso pero siempre debemos pensar en crear infraestructura y ser capaces de recibir turistas de diferentes presupuestos. Facilidad en la movilidad, realidad en los precios, la mejor atención posible en todas las ciudades eso haría nuestros países mucho más atractivos.

Claro hubo cosas buenas. Mi familia colombiana, el amigo Argentino, Juanes, la belleza de Panamá Viejo, el canal incluso el perro que nos acompaño en la isla pero hace falta...hace falta educaciòn, hace falta que queramos eliminar la pobreza del paisaje, que la basura no sea parte de nuestra realidad, que la gente respete procesos y leyes. Que sea agradable estar en otro país por la atención de su gente. Colombia, Panamá y todos los demás países latino americanos pueden estar creciendo pero si no crecemos junto con la economía todo el desarrollo es inútil.